Las torrijas son una receta típica de Semana Santa, aunque la verdad es que vale la pena prepararlas en cualquier época del año 😉 Es uno de aquellos platos tan sencillos y rápidos de preparar, pero que sale buenísimo –y, la verdad, no entendemos por qué no las preparamos más a menudo–. Suponemos que al ser bastante calóricas es algo que solamente se suele comer ocasionalmente, pero vaya, comparado con cualquier cosa industrial imaginamos que son preferibles.
Las torrijas, una receta típica de las abuelas
Las torrijas (o torradetes de Santa Teresa, como las conocemos en Catalunya) son de aquellas recetas típicas de las abuelas. Son platos que en hacerlos y comerlos de pronto viajas años atrás, cuando las madres y las abuelas no tenían más remedio que aprovechar el pan seco para convertirlo en unos postres o en una merienda exquisita. ¡Es la magia de la cocina! ?
- 8 rebanadas de pan seco
- 1 huevo
- 200 ml de leche
- Azúcar
- Canela
- Aceite de girasol para freír
- Primero pon una paella con aceite abundante al fuego, que se vaya calentando.
- Prepara también un papel absorbente, para cuando las torrijas estén fritas y un plato con azúcar y canela al gusto para "rebozar" las torrijas cuando estén cocidas. Resérvalo todo.
- En un plato pon las rebanadas de pan en remojo con la leche. Deja que absorban la leche entre 1 y 2 minutos.
- En otro bol bate el huevo.
- Saca las rebanadas de pan del plato de la leche y pásalas directamente al plato con el huevo, como si las rebozaras, una a una.
- Fríe las rebanadas en el aceite bien caliente. Cuando tengan un color dorado sácalas del fuego, déjalas reposar en papel absorbente y enseguida pásalas por el azúcar y la canela, como si las rebozaras, también.
- Repite el proceso con todas las torrijas hasta que las tengas todas listas. ¡Qué las disfrutes!