Todos tenemos los típicos días tontos, perezosos, difíciles, en los que parece que nada te pueda salir bien. Quien sabe, quizás por la mañana pones una lavadora y la ropa destiñe o tienes una discusión en el trabajo por algo sin importancia. Y, cuando por fin llegas en casa y quieres desconectar de todo, llega la última desgracia: te mueres de hambre, no sabes que cocinar y quieres alguna cosa buena ya mismo. Lo mejor de todo es que, después de todo, esperas que te aparezca alguna cosa deliciosa en la mesa como por arte de magia. ¿Qué, te suena esta situación?;)
Si tu también has tenido un día de estos en los que mejor no levantarse, estas bombas de boniato y requesón te vendrán como anillo al dedo.
Las bombas de boniato y requesón son muy fáciles de preparar y, sobre todo, la gracia es que puedes prepararlas -con el rebozado pero sin freír- y guardar unas cuantas en el congelador. De este modo, en cualquier día y momento, solo tendrás que abrir el congelador, freírlas y, en un momento, tendrás un plato buenísimo, recién hecho, casero y súper reconfortante. Las puedes acompañar de un toque de alguna salsa hecha con yogurt, que las haga más ligeras, y con unas gotas de salsa sriracha para contrastar con el dulzor del boniato y el requesón.
Al final, quizás terminarás pensando que tu día no ha sido taaaan malo, e irás a dormir con una buena sonrisa! 😛
Aquí va la receta:
- 3 boniatos
- 150 g de requesón
- Sal y pimienta
- Pan rallado
- Huevo
- Harina
- Primero, hierve los boniatos hasta que estén blandos. También puedes ponerlos en el microondas unos 10 minutos.
- Pélalos vigilando de no quemarte.
- Entonces cháfalos con un tenedor y mézclalos con el requesón. Tienes que conseguir que te quede una masa homogénea.
- Deja enfriar la masa en la nevera hasta que esté completamente fría. Así te será más fácil darle forma.
- Una vez fría, haz bolas de la mida de una pelota de golf.
- Rebózalas con la harina, el huevo y el pan rallado (si quieres guardar algunas en el congelador, este es el punto donde debes hacerlo).
- Una vez rebozadas ya solo quedará freírlas con cuidado y con el aceite bien caliente.
- ¡Que aproveche!